EL ALAMBRADOR QUE FUE 8 AÑOS INTENDENTE Y AHORA VUELVE A SU TRABAJO

Las pequeñas localidades demandan funcinarios y muchas veces tienen que participar trabajadores o vecinos que no son políticos y Nicolás Bruzone tuvo a Carlos Irusta, un peón rural y alambrador, como intendente durante ocho años y ahora vuelve a sus tareas de campo y ya agradeció el apoyo de los habitantes mientras hizo una buena línea de diez hilos.

Carlos Irusta asumió luego de la gestión de Horacio Villanueva y con un estilo sencillo pudo asignarle a su administración un buen rumbo con obras y una serie de inversiones y mejoras que consolidaron la recuperación de un pueblo que estuvo al borde de la desaparición tras el cierre del ferrocarril, de los tambos y del éxodo de gente hacia localidades más grandes.

Se activó la construcción de viviendas, fue noticia nacional con un plan de venta de terrenos casi regalados, demarcó nuevas calles, mejoró el parque automotor, equipó la sala de atención primaria, levantó un salón para el PAICOR, esta cerca de inaugurar la red de gas, creó un campo de deportes, fundó un club y sumó equipos locales a la liga femenina y masculina por primera vez en la historia, compró un colectivo para esa entidad, colocó una antena para mejorar comunicaciones, normalizó dominios de inmuebles y extendió la electrificación local.

La nueva ley no le permitió buscar una segunda reelección y promovió la candidatura de su hijo Favio que alcanzó el triunfo y será el próximo jefe comunal., A dos meses de dejar la función ya está tomando trabajos como alambrador para recuperar su oficio , donde se destaca como uno de los mejores de la zona, y compartió una foto con una impecable línea de diez hilos prolijamente terminada; «quiero agradecer a mi pueblo queme permitió tener dos gestiones de intendente y ayudar a crecer a mi pueblo» manifestó «Bardal» a pocos días de dejar la función pública.

Bruzone es una población que llegó a tener unos mil habitantes enla década del setenta y el ferrocarril dinamizaba su economía junto a la producción agropecuyaria pero el cierre del servicio férreo pegó duro y lopuso al borde de la desaparición con familia senteras que se fueron a Del Campillo, Mattaldi, Jovita y Huinca Renancó en busca de empleos y servicios. Sin embargo muchos resistieron y fueron logrando mejoras y la gestión de Irusta afirmó ese proceso y esta pequeña localidad, con sus 300 vecinos, es una agradable opción para familias que llegan desde otrasprovincias a radicarse en su paz , tranquilidad y buena proyección,