LADRONES AUDACES – SE LLEVAN LAS MASAS DE LA ELECTRIFICACION RURAL
La Zona Rural de Huinca Padece el Accionar Delictivo y ahora Sustraen las Varillas de Cobre de la Postación
Los delincuentes van cambiando sus objetivos y la zona rural de Huinca Renancó padece su accionar mientras que la Cooperativa de Electricidad tuvo que cambiar el material de las puesta a tierra de la electrificación por varillas aceradas porque las de cobre empezaron a ser sustraídas generando pérdidas del orden d ellos doscientos mil pesos para cada una mientras también se denuncian hurtos de líneas de alambre completo, electrificadores y cilindros de molinos.
La situación no es nueva pero en los últimos meses hubo una decena de varillas de cobre que se llevaron los ladrones, donde hubo un caso que el delincuente terminó en el hospital con quemaduras de pies y manos en el intento de llevarse una de las puesta a tierra que hizo arco y le aplicó una descarga de siete mil seiscientos voltios que soportó milagrosamente.
Mientras los productores venían lamentando la periódica sustracción de baterías de boyeros, de cilindros de molinos que también son muy costosos y ahora también sacan líneas de los alambrados llevándose el tendido de alambrados de trescientos a mil metros.
Ahora el objetivo son las varillas de puesta a tierra que requieren las postaciones, cada dos mil metros, con transformadores o fusibles de rebaja para entrar a los cascos que tienen el servicio y los delincuentes usaban un método de un hacha envuelta en tela con el que dan un golpe certero a la varilla y luego la bajan y la tiran con algún rodado para llevarse la mayor extensión posible de sus doce metros.
Desde la CEHR se informó que ante este delito se tuvieron que cambiar los materiales de las varillas y ahora son de un metal de aleación con cobre y acero pero la pérdida por cada varilla que se llevan los ladrones es del orden de los doscientos mil pesos porque muchas veces se pierde la perforación también si pasan muchos días.
En este contexto varios productores de la zona han gestionado una reunión con autoridades policiales de la zona rural con la intención de evaluar medidas que frenen este accionar permanente y crónico. En ese sentido se plantea que todos esos metales que se roban de los campos se comercializan en algún lado y se han pedido controles sobre quienes operan en el mercado viniendo de otras localidades en vehículos y no cumplen, en principio, ninguna normativa comercial ni registro preventivo.
Sobre el registro de denuncias los damnificados ya optan por no hacer las exposiciones porque se sufren muchos contratiempos, trámites y observan que muy pocas veces se puede recuperar el material y los elementos sustraídos por lo que se resignan y solo reponen lo que falta aunque insisten en que una buena medida sería controlar a los operadores del mercado de metales.