CON UN MURAL RENOVARON LA MEMORIA POR LAS EXPLOSIONES TRAGICAS EN LA UNRC
La Familia Politano de Jovita Participó en la Presentación de un Gran Mural en el Edificio Afectado
Este lunes 5 de diciembre se evocaron los quince años del trágico incendio y explosiones en la planta piloto de la Universidad Nacional de Río Cuarto donde perdieron la vida el alumno jovitense Juan Politano y cinco docentes y se presentó un enorme mural sobre las paredes del edificio para sostener viva la memoria de lo que no puede volver a ocurrir.
Héctor Politano y Adriana Siccardi, los padres de Juan, participaron de la emotiva celebración en el campus universitario junto a familiares de las otra víctimas ( Miguel Mattea, Carlos Ravera, Gladys Baralla, Damián Cardarelli, y Liliana Giacomelli) y los dirigentes de la Asociación Gremial Docente que siempre activa y promueve estos homenajes de recuerdo por aquella fatídica mañana de 2007 cuando el material con el que trabajaban en investigaciones tomó fuego y generó explosiones .
Hubo ofrendas florales, palabras y la presentación del mural diseñado y pintado por la joven artista Cecilia Cebils que se impuso en un concurso para sellar un motivo referente al trabajo, la vida y la seguridad que ocupa las paredes de la planta siniestrada y aporta color y brillo a un sitio qu eintenta dejar atrás aquella tragedia pero mantener vivo el recuerdo.
IR Noticias Centro dialogó con Adriana Siccardi quien consideró «Solo nuestro agradecimiento a la Asociación Gremial Docente de la UNRC porque cada año, como lo hicieron inmediatamente hace ya 15 años, se preocupan, trabajan, luchan, para que «no nos olvidemos y no los olvidemos», además de hacernos sentir su cariño y cercanía» y agregó que «este mural es un poco lo que desean los corazones de los familiares de quienes dejaron su vida en ese lugar de trabajo, que sea un ambiente de paz, alegría, esperanza, perdón, de unidad de toda la comunidad educativa, pero siempre con la memoria activa, de que lo que ahí ocurrió no vuelva a suceder».
La familia reitera su perdón y resignación con la intención de renovar la fe en que la tragedia debe servir para evitar que cualquier cosa similar pueda repetirse y sostienen que el lugar ahora debe potenciar alegría, promover la reflexión y alimentar la vida de cada estudiante que circula por el campus.